lunes, 29 de abril de 2013

Los deberes




Cuando decimos «debe de hacer frío» estamos lanzando al aire una suposición, una mera posibilidad. Cuando quitamos el «de», expresamos una idea distinta y casi contraria: necesidad y obligación. Así, podríamos decir «debe hacer frío para practicar el curling». Nos referimos entonces a una condición forzosa. Digamos que el verbo «deber», sin la preposición «de», se vuelve mucho menos tolerante.

Por tanto, no tienen mucho sentido oraciones como «dentro del aula los alumnos deben de portarse mejor» o «debería de comprarse una moto para ir a trabajar». En esos casos sobra la «de» porque, al margen de que nos hagan caso o no, estamos manifestando que consideramos esas acciones como obligatorias.

La Academia, que más que una madre parece últimamente una abuela, nos permite en cambio suprimir el «de» de las suposiciones. Podríamos decir, por tanto, «debe tener unos setenta años». Aparte de que me parecen demasiados para andar jugando al curling, yo prefiero mantener la preposición y emplear cada cosa para lo que es. ¡Ay, qué consentiditos nos tienen! Por cierto, ¿alguien entiende algo de este juego estrafalario? Del curling, me refiero.

1 comentario:

  1. Ja, ja, veo que compartes (o casi) mi desconcierto sobre el curling. Y para que veas que no te miento, te enlazo una entrada mía de hace ya ¡ocho años!
    http://zeroneuronas.blogspot.com.es/2005/04/vueltas-y-vueltas.html

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